“Hoy, pase lo que pase, termino todos mis pendientes”, ¿Cuántas veces nos repetimos lo mismo? Y es que aunque estemos 100% decididos a llevar a cabo todas las funciones que tenemos para nuestro día, siempre hay circunstancias que nos lo impiden: desde imprevistos hasta momentos de distracción.
Decidir cuál es tu prioridad del día y ejecutarla a primera hora de la mañana suele ser sencillo, pero ¿y la segunda, la tercera, la cuarta?
Muchas veces priorizamos nuestras tareas basados en el nivel de importancia, pero no a nivel de tiempo requerido para completarlas. Es por eso que “perdemos” tiempo a la hora de ejecutarlas.
En estas circunstancias es donde entra en juego “La Ley de los dos minutos”, misma que te ayudará a sacar rápido tus tareas.
¿Y qué nos dice esta ley?
Si la próxima acción puede hacerse en dos minutos o menos, hazla ya, aunque no se trate de nada urgente ni prioritario.
Usando este método desarrollado por David Allen, puedes evitar fácilmente la procrastinación, además de que te darás cuenta del sin número de actividades que puedes completar en menos de dos minutos.
Desde escribir un mail, hacer una llamada, escribir un memo, ¡en fin! son innumerables las tareas que sorprendentemente puedes completar en dos minutos.
¡Claro! Como todo esta ley también tiene su efecto negativo… la idea es que la uses para avanzar en tu día a día, no para que abuses de las “pequeñas tareas”, se te vaya el día completándolas y dejes de lado tus pendientes mayores.
